La prehistoria de la televisión
en España
La prehistoria de la televisión en España está, como
en tantos otros países, firmemente imbricada en la historia de
la radio. En los años treinta, como corresponde al reducido nivel
industrial de nuestro país, no existen pruebas experimentales de
televisión, pero como corresponde a la efervescencia cultural de
la II República se producen vivos debates sobre
las características del nuevo medio. Las revistas radiofónicas
tales como Radio Sport, Radiosola, TSH, e incluso la prensa como
en los diarios La Libertad, El Imparcial, La Vanguardia, El Liberal,
se hacen eco de muchas de las noticias que la todavía no nacida
Televisión está generando a lo ancho de todo el mundo; y
ello hasta tal punto, que un repaso de los debates de aquellos años
revela una intensidad de la discusión que no volverá a verse
hasta los años sesenta. Asimismo, es frecuente la publicación
de libros sobre temas técnicos del mundo de la televisión.
La aparición en Madrid, en marzo de 1933, de la revista
Radio Televisión es el ejemplo más modélico
del atractivo que suscitaba la televisión en los lejanos tiempos
de la II República. La publicación como tal tuvo una vida
efímera pero no dejará de sorprender que en España
circulara una revista dedicada a la televisión cuando no existían
emisiones regulares en ningún lugar del mundo.
En el número 1 de ese año de 1933 en el editorial de presentación
se leía: “La televisión vendrá a sumarse
al número de inventos que hacen la vida más complicada si
se quiere, pero más interesante también”.
Visionarios excepcionales sus promotores si recordamos que TVE tardaría
prácticamente veinticinco años en comenzar sus programaciones.
La primera exhibición de televisión en suelo español
(es decir transmisión a distancia de imágenes y sonidos)
se produjo por los técnicos alemanes durante el desarrollo de la
Guerra Civil (noviembre de 1938). Los nazis presentaron a Francisco Franco
y uno de sus ayudantes la Fonovisión, un sistema
de ‘videoteléfono’ que diríamos
hoy; se ignora la calidad de la prueba a pesar de que existen fotografías
que dan fe de su realización.
Hubo que esperar diez años para que en 1948, en
Barcelona y en Madrid, se produzcan
las primeras demostraciones de lo que hoy en día entendemos por
televisión. En ese año únicamente existen emisiones
regulares en Gran Bretaña y en Estados Unidos y a pesar de que
se apunta el doble modelo televisivo: público para Europa y privado
para América, todavía no están fijadas definitivamente
sus características. De hecho las exhibiciones que se hicieron
en España fueron realizadas por empresas privadas como la holandesa
Philips y la norteamericana RCA en ambos casos con el objetivo de convencer
a las autoridades de la bondad de sus ofertas.
Philips organizó en junio de 1948
durante quince días y en el marco de la Feria de Muestras de Barcelona
unas pruebas televisivas que alcanzaron un enorme éxito de público,
hasta el punto que los primeros espectadores aguardaban pacientes colas
durante horas para poder ver la maravilla de la televisión. Las
pruebas consistieron en la emisión en directo desde un estudio
de unos programas de actuaciones musicales y humorísticas diversas.
Por su parte la RCA intentó en Madrid
en agosto de 1948 la retrasmisión de una corrida
de toros recibida por los televidentes, en el Círculo de
Bellas Artes. El fiasco fue total. Se vio y se oyó poco
y mal. Los espectadores crispados exigieron y consiguieron que les devolvieran
el precio de las entradas que habían pagado. Un comentarista escribió:
“Dentro de unos años esto de la televisión será
una gran cosa. Hoy es un juguetito”.
A partir de una fecha indeterminada entre 1951 y 1952, lo que años
más tarde se denominará TVE comenzará sus emisiones
en prueba. Las emisiones regulares se iniciarán
en 1956: la prehistoria de la televisión en España
había finalizado.
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